22 de marzo de 2011

Intento olvidarte pero no lo consigo así que vale tú ganas, he perdido......

-Corazón ¿qué tal estás?

-Bien, me ha costado pero lo he conseguido. Me he auto prometido q no le iba a dar señales y no veas cuantas veces he estado tentada pero al final, lo he conseguido.

-Tienes que dejar que sea él, el que dé el paso.

-Lo sé pero me da miedo. Tengo miedo a que no lo de y luego pensar que si lo hubiese dado yo a lo mejor las cosas hubiesen sido diferentes. Tengo miedo a perderlo definitivamente, que se dé cuenta de que para él no ha sido otra cosa que un juego. ¿te acuerdas cuando en clase nos han dicho lo siguiente? “Mariana quería demostrar ante los ojos de los demás que era feliz y que estaba con Manuel porque le quería pero que realmente su propósito era darle celos a Solana.”

-Si me acuerdo pero ¿con quién quieres darle celos?

-No lo entiendes….no quiero darle celos. De lo que me he dado cuenta es q por mas q intente demostrar a los demás que paso de él que poco a poco va dejando de ser una parte fundamental, siempre está detrás de cada uno de mis actos. Y no sabes lo que me repatea tenerlo que reconocer pero es así. No sé qué es lo que me da pero lo que sí que se es que ayer no tenía ganas de nada y de una forma u otra acabe pasando por delante de ese bar sabiendo que si cruzaba la puerta lo encontraría ahí tras la barra y eso me sirvió.

-Pero ¿Qué es lo que te gusta tanto de él?

-Pues te podría decir mil cosas pero sobre todo lo que me gusta de él es lo especial que me hace sentir cuando estamos juntos o la sensación de que el mundo se hace más pequeño y nosotros más grandes. Que las personas pasan al lado nuestro sin vernos pasando así desapercibidos. Hay en momentos que  le odio porque deseo abrazarle, le odio porque no dejo de pensar en él, le odio porque necesito verle y saber de él y por lo que más le odio es porque le necesito. Le odio porque intento hacer como que no existe y no puedo y realmente cada vez que miro el movidillo hago con la esperanza de encontrar un sms suyo que ponga que le apetece quedar o cualquier otra cosa. Sabes pienso que el amor no crece poco a poco sino que surge a lo bestia y yo estoy ahí pero él  no sé donde está. Lo peor de todo es que sé que tengo que dejarme llevar porque en estas cosas uno nunca decide, las cosas vienen rodadas. Y entonces es cuando entran en conflictos mis tripas y mi cabeza. Mientras que la primera intenta poner un poco de orden saber qué es lo que sucede y el modo de intentar solucionarlo racionalmente. Las tripas son las que me llevan a cometer impulsos de los que luego si no tienen resultados me arrepiento pero que si no los siguiese también me arrepentiría y me pegaría horas pensando en que hubiese sucedido.

3 comentarios:

  1. me suena esta conversación... las tripas son malas consejeras, nos martirizany siempre hay que hacerles caso por mucho que nos joda porque si no les haces caso el dolor es mucho mayor

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  2. Tienes toda la razon.....pero esta bola está creciendo mucho y se me está empezando a atragantar.......

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  3. ya pero por mucho que la intentes tragar siempre estará ahi y sobre todo te quedrá el picor de garganta

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