Felicidades papá

   Son hombres bajitos o altos, calvos o con una gran melena. Delgados o con un barriga. Todos ellos con la misma función pero cada uno único. Tienen uno de los trabajos más importantes y difíciles del mundo son…..PADRES.

Supongo que ser padre es un gran trabajo. Porque no importa cuánto hagas, siempre dudas si hiciste lo suficiente; no importa cuánto te prepares, nunca te sientes completamente preparado; no importa que tanto des, siempre cabe la duda de si faltó, y, si das mucho, la duda de haber dado demasiado. Pero es así, es complicado, es complicado porque tienes en tus manos la responsabilidad más grande que se te haya presentado…
    Por otro lado, sí sé qué se siente al ser hija. Saber que hay alguien ahí para recogerte después de una caída, alguien que sea la hora que sea te lleve va a buscar a un concierto para que no pases frío. Alguien que no se enfada cuando tu maleta es la más grande y fastidia la organización del maletero prevista. Saber que hay alguien ahí que escondido detrás de mi mamá me chivaba cuando era pequeña la lección de conocimiento del medio. Por ser el Rey Mago más generoso y el ratoncito más silencioso.. Porque nunca has buscado caerle bien a todo el mundo, sin embargo, no conozco una sola persona a la que no le agrades y que te respete.

    Se que a veces no demuestro todo lo anterior, pero ¿sabes? En el fondo no me molesta tanto que no tengas ni un ápice de originalidad para los regalos ni tampoco me importa el hecho de deseperarme con tu presencia delante de un ordenador. Si en ocasiones eres poco oportuno con tus gracias, pero estas quedan minimizadas cuando no diciendo nada las arreglas con tus actos. Gracias por se el que me fue quitando las ruedas pequeñas de la bici y por correr detrás de ella sujetando el sillín. Gracias por esa multitud de masajes que acabas dando a regañadientes. Gracias por comerte lo que no me gusta o lo que me sobra, eso si, a escondidas de mamá, cuantas noches te habras comido las acelgas del mediodía que he jurado y perjurado comerme por la noche.

     Gracias por todo. Gracias por acompañarnos a Nacho y a mí al futbol, por hacer como que, no escuchas todo lo que decimos. Gracias por todas esas risas que aunque tu no veas me echo cuando intentas hacer algo con el ordenador o incordias a cualquiera que se te ponga por delante. Gracias por esos bailes que en ocasiones no te voy a negar que me han dado hasta vergüenza pero que realmente son la BOMBA. Gracias por apoyarnos tanto a mi hermano como a mí en todas nuestras decisiones. ¡FELIZ DÍA DEL PADRE!